El decir sí puede costarnos más de lo que uno realmente piensa. En el post Aprender a decir y aceptar un no tratamos el aspecto profesional al momento de decir un no.Ahora Demian Magallán en su blog Finanzas Personales FINPER de El Universal trata este aspecto pero en el ámbito económico, sobre todo en esta época de gastos de regalos, pero que bien se puede aplicar en cualquier momento.
A continuación listo algunos fragmentos interesantes pero les recomiendo que lean todo el post, es bueno:
Algunas veces resulta cara la incapacidad de negarnos cosas a nosotros mismos o a los demás.
Recibimos todo el tiempo estímulos que intentan convencernos de decir sí al gasto o al sacrificio de nuestro tiempo.
Como consumidores, recurrentemente terminamos gastando más de lo necesarios debido a razones que han llamado la atención de los psicólogos. Nuestra cartera es víctima de nuestro aburrimiento, soledad o nuestra baja autoestima, que implica valorarnos con lo que tenemos.
No sólo como consumidores, a veces tampoco sabemos decir no en el trabajo.
No sabemos decir no a muchas actividades que van más allá de nuestras responsabilidades prioritarias.
Intenta enfocarte en las cosas que haces mejor y en las que otras pocas personas pueden participar, en lugar de las actividades en las que tu desempeño es apenas decente.
Entre más actividades rechaces, más tiempo tendrás para dedicarlo a las más importantes. Entre más dinero ahorres, mejores condiciones tendrás para invertir y aumentar tu riqueza.
Cuando algo nuevo aparece demandando tu atención, comienza con un análisis racional.
Ya que tomaste la decisión de decir no, mantente firme.
Decir que no muchas veces es difícil y a veces sostenerse también lo es.
Si es el caso, considera la posibilidad de que termines haciendo trabajo que no te corresponde y gastando de más o pagando los costos de aceptar cualquier actividad que no te corresponda.
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