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martes, 1 de febrero de 2011
¿Y para cuando?
¿Se acuerdan que al inicio de año escribí al respecto de crear un listado que permitiría despejar nuestra mente y poder utilizarla para cosas más sustanciales que para estar recordando pendientes por hacer?
Pues bueno, este inicio de año he estado aplicando esta lista pero he notado que la lista ha estado incrementándose considerablemente y ha logrado que al ver la cantidad de pendientes llegue a un punto de exasperación lo que me ha orillado a revisar porque demonios aún sigo teniendo tantos pendientes pesar de estar trabajando como negro para tratar de vivir, de jodido, como moreno.
Bueno, después de analizar los datos del listado, las actividades completadas, buscar fuentes bibliográficas, ir con un brujo de Catemaco para que me hiciera un limpia, contratar 2 escorts para un trío y cavilar durante una gran cantidad de tiempo (2 minutos) creo haber encontrado el meollo del asunto.
Como buen mexicano, tengo la malsana costumbre de dejar todo para el último minuto. Esa costumbre de que faltando cinco para las ya quiero hacerlo todo en friega y provoque que la adrenalina aumente al faltar poco tiempo para entregar las cosas. Discúlpenme, pero mi segundo nombre es Peligro.
En base a mis datos analizados (ajá) me di cuenta que a pesar de enlistar todas mis actividades por hacer, cometí el error de no ponerles fecha límite además de darme cuenta que las actividades que realmente terminaba solo eran actividades que realizaba con una fecha límite para hacerlas.
En base a mi análisis tuve que buscar una solución a este problema. Después de ir a un masaje ejecutivo, que me leyera la mano una gitana, hablar con madame Sasú para que me leyera las cartas por teléfono (20 pesos por minuto más I.V.A.) y de huir del padrote de las escort que había contratado porque resultó que el cheque que le di rebotó, empecé a colocarles fechas límites a cada una de las actividades que tengo pendientes.
Cabe señalar que no se las coloqué a todas, porque muchos de los pendientes son actividades que no tienen mucha prioridad (por no decir ninguna) pero que estoy interesado en realizar. Ya saben esa costumbre de idear cosas nuevas para crear algún día.
Por lo que aquí viene la recomendación, mis pequeños saltamontes: pónganse una fecha límite para realizar la actividad, así no la postergarán indefinidamente.
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