lunes, 25 de abril de 2011

¿Crónica de una muerte anunciada?


Han pasado poco más de 20 años en la época en que la famosa Tiburomanía hizo su aparición. Tal vez muchos no lo sepan pero el principio de la década de los 90’s fue una época dorada para la afición veracruzana (para la afición, no para el equipo) ya que el estadio Luis Pirata Fuente siempre se llenaba, no importando donde jugaba la afición iba, incluso llegó a colocar poco más de 50,000 aficionados en el estadio Azteca contra América, gran número para un equipo de reciente creación y que la mayoría de su afición está solo dentro del estado.

Recuerdo esa media cancha que tenía dibujado el escudo de los Tiburones Rojos, ningún estadio en toda la liga tenía esa característica, estaba muy bien hecho y se veía muy fregón. Ver hacer la gente la ola antes de cada partido era impresionante (ver 30 vueltas de ola en el estadio era increíble), papeles blancos cada vez que entraba el equipo o metía gol, la Marea Roja era una porra de respeto (más que las actuales de otros equipos como Toluca o Atlas) junto con la bandera roja gigante y su batucada, la camisa con una V al frente se volvió emblemática, todos se peinaban al estilo Comas, una colita en la parte trasera del cabello (muy naco por cierto); él, a pesar de cómo terminó, sigue siendo realmente el último ídolo del equipo veracruzano junto con Palma, Moses, Rergis, Marroquín, Davidovich y muchos otros.


Pero por desgracia, aunque muchos no lo quieran ver así, el equipo nunca llenó las expectativas de la afición, nunca fue un equipo de peso. Dejando de lado algunos partidos normalmente Veracruz siempre perdía con los llamados equipos grandes y batallaba con los de media tabla. América, Chivas y Cruz Azul eran los fuertes de esa época por lo que no perder por goleada era considerado un buen resultado. Calificaba en la mayoría de sus torneos pero no trascendía, lo más lejos que llegó fue a una semifinal que perdió por goleada contra Celaya.

Para serles sinceros yo no fui parte de la Tiburomanía, en esa época mi equipo favorito era (y lo digo con vergüenza) América; mi afición por Veracruz empezó cuando descendió en 1998. América, Cruz Azul, Pumas, Chivas y Necaxa eran equipos a los que realmente les mostré más interés que al mismo Veracruz. Crecí en una época en donde esos equipos eran promocionados una y otra vez; donde el clásico de clásicos realmente era un juego emocionante y no la caricatura que ahora es; donde Antonio Carlos Santos, Edú, Alex Aguinaga, Cuchillo Herrera, Carlos Reinoso, Biyik, Kalusha, Ramón Ramírez, Daniel Guzmán, Palencia eran los jugadores a seguir; por eso la mayoría del estado son aficionados a esos equipos.

Por eso, aunque muchos no lo quieran aceptar, cuando jugaba América, Chivas o Cruz Azul en Veracruz, el estadio se llenaba de los colores de esas camisas, los gritos de gol sonaban más fuerte, el estadio dejaba de ser jarocho para convertirse en una sucursal del equipo visitante. Buena parte de la generación de Veracruz creció sin un equipo de fútbol, la televisión vendía esos equipos, era de esperarse que la mayoría de la población se sintiera más identificado con esos equipos que con el local, tenían que llenar ese vacío con algo.

Los torneos siguieron avanzando y la Tiburomanía se fue apagando porque el equipo no lograba nada importante. Lo único que se logró fue el título de goleo para Comas… y párenle de contar. Fue un título individual, no de conjunto. La gente que iba al estadio a apoyar al equipo dejó de asistir poco a poco, el estadio siempre semivacío, excepto cuando iba a jugar alguno de los grandes.


Directivas, dueños, jugadores que ningún otro equipo quería o que estaban en el retiro iban y venían, el equipo no era un buen negocio, muchas veces el gobierno del estado metió dinero para salvar al equipo, les convenía: pan y circo al pueblo. La asistencia era poca, la convocatoria del equipo era ínfima, siempre fue un equipo de bajo perfil, muy local y casi de culto, incluso dentro del mismo estado. Ser aficionado a los Tiburones Rojos, dentro del mismo estado, era ser considerado como perdedor por no irle al América o Chivas.

Después de la época Tiburomanía, cuando el apoyo por el equipo estaba solo en algunos cuantos, se volvió de uso común el término villamelón: persona que cuando ganaba el Veracruz se alegraba y lo celebraba pero cuando perdía inmediatamente se jactaba de apoyar a otros equipos. En Veracruz hay muchos, está tupido, me atrevo a decir que más que en Querétaro. Por eso cuando escucho esa frase “eso no se lo merece la afición”, siempre digo que “sí, sí se lo merece, solo tienes que salir a la calle para darte cuenta de ello”.

No lo he de negar, el equipo tuvo sus momentos buenos, pero los equipos importantes, no sobreviven de buenos momentos. 9 torneos muy malos, 2 torneos decentes y 1 muy bueno, así ningún equipo puede tener afición. A eso le sumamos que el equipo se vendía a cada rato, se manejaba dinero por debajo del agua, el gobierno lo utilizaba como campaña política, se desmantelaba el equipo, poca afición (y la mayoría villamelones), jugadores de renombre cobraban millones y no aportaban algo, directivas con pésimas decisiones… todo eso llevó a la situación en la que se encuentra actualmente.

Ahora es un equipo que se encuentra en una situación donde otros equipos, con menos “historia”, han llegado y terminan desapareciendo. En la división de ascenso, sin dinero, con un estadio viejo sin mantenimiento y con amenazas de ser desafiliado, y por consiguiente, desaparecer, en una ciudad muy jodida (por que la economía del estado de Veracruz está jodida, les guste o no), con muy poca afición y con otros problemas.

Es una pena, porque a pesar de no estar en Veracruz he visto la mayoría de los partidos del equipo por TV o internet y he de decir que es la primera vez que veo a un conjunto de jugadores realmente unidos, que se parten el alma en la cancha, que mostraron mucho más vergüenza deportiva y unión que muchas "disque estrellas de primera división" que llegaron a utilizar ese uniforme y que buscaron calificar y jugar a pesar e no recibir su paga y eso no cualquiera, ni siquiera yo, lo hubiera hecho.


Yo no sé si realmente se aprovecharon de ellos, si realmente el dueño y presidente del club actuó con alevosía y ventaja (todo indica que así fue) o si fue su incompetencia (o la combinación), espero que los jugadores puedan recuperar su dinero no importando cual sea la vía que utilicen.

Algo no hay que olvidar y que mucha gente tal vez no ve: un equipo de fútbol es un negocio, un negocio de publicidad; lo deportivo es extra (y si no me creen ahí tienen a los Tigres o al Atlas que no han ganado algo en años y siguen teniendo afición y convocatoria, respectivamente). Si el equipo no posee lo anterior para poder venderse entonces, como cualquier otra empresa, quebrará y desaparecerá. Nos guste o no nos guste esa es la realidad del mercado.

La verdad es una pena, me entristece porque a pesar de no ser 100% aficionado a Veracruz le tengo mucho cariño, me da tristeza saber que un equipo al cual vi renacer en mi niñez llegue a una situación en la cual llegue a desaparecer.

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