Hoy leí una columna de Antonio Rosique en Medio Tiempo cuyo título me llamó la atención “El camino del éxito: ¡Rompe el paradigma!”. Obviamente esa clase de temas me apasionan porque es bueno tener alguna clase de empuje aparte de uno mismo.
Antes que nada quiero dejar algo en claro algo, Antonio Rosique no es “santo de mi devoción”, no lo conozco en persona, la verdad no me parece un buen comentarista deportivo pero tengo entendido que es una persona preparada en su trabajo y estar en donde él está su trabajo le ha deber costado.
Sé que tiene buena preparación escolar, sé que está bien posicionado en la empresa en la que trabaja y se ha preparado para ser un experto en su área de trabajo y eso es de aplaudirse tomando en cuenta que muchas de las personas se quedan con los conocimientos que aprendieron en la escuela y no buscan nada más. No sé de su vida privada ni me interesa, es su vida y se respeta.
“Alguien, no sé quién, nos metió en la cabeza la idea de que el camino al éxito tiene un ruta inamovible y preestablecida, un trayecto definido en línea recta, que todos debemos seguir como si se tratase de una fórmula química, y que cuando somos incapaces de cumplir uno a uno con esos eslabones, creemos que hemos fracasado y que es momento de abandonar nuestro sueño.”
El párrafo anterior me gustó. No leo las columnas de Rosique y estoy seguro que no es un experto en superación personal pero he de aceptar que el inicio de su columna fue buena.
“… nuestro camino hacia lo que llamamos éxito o realización personal tiene también una infinidad de opciones y se trata más bien de un viaje lleno de curvas y baches, cuestas y valle, buen clima y malos tiempos.”
“… aquellos que rompen este paradigma y que trazan su propio camino hacia el éxito son los que trascienden.”
Después vienen 3 acciones o recomendaciones, con ejemplos basados en jugadores de la NFL, que solo enlistaré por lo que les recomiendo que lean esa columna:
- ¡Insiste!
- Sé paciente, aunque no vean todo tu talento…
- ¡Atrévete cambiarlo!
“Además del talento, preparación y disciplina, el camino al éxito pone a prueba nuestra capacidad creativa para convertir situaciones en oportunidades. La paciencia, la tenacidad y el atrevimiento son tan importantes como cualquier otra cualidad competitiva. El viaje hacia la realización no es recto ni está definido por ninguna fórmula, sino que cada uno de nosotros debemos ser capaces de leer el signo de los tiempos y adecuarnos a las circunstancias (Nota personal: para después cambiarlas). Los paradigmas están para seguirlos (Nota personal: están para usarlos como referencias), pero también para romperlos, cuando no funcionan para nosotros.”
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