viernes, 29 de octubre de 2010

¿Pobrecitos empleados?


En estos momentos que escribo esto, estoy esperando que una persona llegue. Se supone que esa persona debería de estar  donde me encuentro actualmente, tiene un horario y porque para eso le pagan. Para no sentir que estoy perdiendo el tiempo, esta situación me ha inspirado a escribir el post que prometí en el anterior sobre los empleados abusivos.

El post pasado hablé de las empresas de outsourcing y de las diversas modalidades de relaciones laborales para reducir, o evitar, el pago de prestaciones que por ley cualquier empleado debe de recibir para trabajar para una persona o empresa.

Pero hay un punto en que las personas ignoran, no quieren aceptar que existe o se hacen pend****: el abuso de los empleados hacia las empresas o personas que los contratan.

Vivimos en un país donde a las personas de menos recursos se les tiene una estima especial. Normalmente se ven a las personas de menor ingreso económico como más vulnerables ante las personas que tienen mayor ingreso. Esta mentalidad del “pobrecito pobre” y “pinche rico” se ha alimentado por años, se ha visto en películas mexicanas (vean las de Pedro Infante o Cantinflas), en la religión (“es más fácil que pase un camello por el ojo de una aguja a que un rico entre al reino de los cielos”: Marcos 10,25) y en la política (el negocio de los partidos son los pobres así que hay que mantenerlos así).

Ante esta mentalidad de que el rico es malo y el pobre es bueno al momento de ver alguna situación de conflicto entre estas 2 partes normalmente se tiene preferencia sobre el pobre, el desvalido, el que no tiene. ¿Acaso siempre es ese el caso? Por supuesto que no, y estoy seguro que ustedes lo saben.

Sería mentira decir que los dueños de empresas o negocios hacen las cosas por “caridad”, no señores. Si la persona tiene un negocio la persona busca que ese negocio reditúe, que tenga ganancias y evitar que haya pérdidas. El chiste es ganar dinero, buscan vender más y gastar menos, punto.

Una de las formas más comunes de pérdidas es por indemnizaciones de los empleados que son despedidos. Como deben de saber, cuando eres despedido el patrón tiene que pagarte una indemnización por el tiempo trabajado, tanto en sueldos (que se deben y de indemnización), vacaciones (si no las tomaste) e incluso pago de utilidades (proporcional al tiempo en que se trabajó, OJO, muchos empleados despedidos no lo cobran).

Como muchos saben, y eso tal vez lo han visto en televisión o anuncios (los famosos Pepe y Toño), el 80% de las personas son empleadas por PYMES en México. Las PYMES tienen ingresos muy bajos (menos de 4 millones de pesos anuales, según SAT) por lo que muchas de las empresas que existen viven al día, es decir, lo que entra de dinero es para mantenerse y pagar sueldos.

Obviamente al despedir a una persona, aunque sea con razón, cuesta dinero. Por decir, si despiden a un empleado (por la razón que sea) que trabajó durante 3 meses (ganando 8 mil pesos mensuales) tienen que pagarle el último sueldo que le corresponde de los días laborados (supongamos, su última quincena), más la mitad del tiempo laborado (1 mes y medio de sueldo), más lo que le correspondía de prima vacacional (si no tomo días de vacaciones), más lo que le corresponda del pago de utilidades (cuando sea época para ello), es decir, el costo de despedir a esa persona casi se triplicó en tan solo 1 movimiento; y eso que no contamos con el trámite de darlo de baja del seguro, vivienda y de sustituirla con otra persona, que también cuesta. Para una empresa “que vive al día” es un golpe fuerte para el bolsillo.

Desde luego que una empresa que despide empleados frecuentemente no es una buena empresa; en teoría, los despidos deberían ser acciones extraordinarias. Pero hay un grupo de personas que hacen su modus vivendi el ser empleados en empresas y recibir los “beneficios” de ser despedidos.

Normalmente estas personas trabajan bien por un periodo de tiempo para que sean registrados con todas las de la ley (entre 1 a 3 meses de “buen desempeño”, no más), después bajan su productividad o causan problemas de tal manera que la persona sea despedida. Obviamente los patrones no buscan darle ni un peso de indemnización ¿Cómo pagarle a alguien que hacía mal o no hacía su trabajo? Pero estas personas van a Conciliación y Arbitraje y levantan una queja (los atienden gratuitamente), el patrón es citado, se hace una “investigación”, papeleo, pruebas de que la persona no trabajaba o lo hacía mal, tiempo invertido, buscar abogado, pagarle al abogado y un largo etcétera, provoca que los patrones mejor les paguen su indemnización a pesar de no merecerla; no me la cuentan yo he visto en persona esas citaciones y esos casos.

¿Creen que son pocos los casos? No son pocos, son demasiados (millones). Alguna vez mencioné en otro post (hace mucho tiempo) la página del Buró Nacional de Empleados (al parecer ya no se llama así) y el porqué de su existencia.

Ahora podrán pensar “Ok, pobrecitas PYMES ¿Pero qué hay de las empresas medianas o grandes y hacen estas prácticas?” Simplemente aprovechan las ventajas que le dan esas acciones ¿Qué gacho? Sí, pero si las PYMES las aplican y medio les funciona ¿Porqué no lo aplicarían las medianas y grandes?

Nadie aquí es completamente bueno ni completamente malo. Ejemplos de patrones codiciosos (como los de Mexicana) y empleados abusivos (como los maestros del SNTE) existen pa’ votar pa’ arriba, pero siempre hay que preguntarse sobre el origen de los problemas para entenderlos y tratar de resolverlos o , al menos, mitigarlos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo tengo casi tres años en una empresa donde no tengo ni prestaciones, ni seguro de vida, ni garantía alguna de que si pierdo la mercancía o me asaltan voy a tener respaldo y para colmo yo tengo que cubrir esa pérdida. Y si me corren no tengo ni como comprobar que trabajé en ese lugar...O sea, estoy del lado de los pobres empleados explotados y desvalidos...