
Monterrey, Nuevo León, México.
- Ayer estuve platicando con una amiga.
- Sobre que?
- Sobre el viboreo. Una chava de no mal ver pasó cerca de nosotros y ella se le quedó mirando. Después me volteó a ver y me comentó que a la chava se le notaba las "llantitas". No me había percatado de ello hasta que ella me lo dijo pero aún así la chava estaba muuuy bien.
- ¿Y luego?
- Pues le tiré una directa de que "observadora" era y le pregunté porque las mujeres viboreaban a otras mujeres. Ella me comentó que los hombres también viborean y por supuesto le dije que no.
- ...
- ¿Qué...?
- Mi estimado, estas en un error, los hombres también viboreamos.
- ¿Cómo dices?
- Así como lo oyes, los hombres también viboreamos.
- ¡Claro que no! Solo las mujeres y los jotos viborean, los hombres como yo no.
- A menos que usted sea de una raza extraña o esté desconectado de todo contacto humano, me temo que también usted a viboreado incluso el hombre más macho que exista lo ha hecho, simplemente que usted aún no se ha dado cuenta ello o lo que usted hace no lo considera un viboreo.
- Explíquese.
- Simple. Lo que usted y muchos hombres consideran viboreo es que una mujer busque defectos en otra y los critique ¿O me equivoco?
- Exacto.
- Bien. Cuando se juntan las mujeres ellas tienden a compararse para ver quien es o se ve mejor que otra, incluso entre amigas, aunque ellas nieguen esto último. Comparan su ropa, su peinado, quien le queda mejor que cosa, quien está mas gorda o más flaca, quien tiene la llantita, quien se operó, entre otras cosas.
- Sí sí sí... ya entendí ¿Y luego?
- Bueno, los hombres no tenemos ese problema o por lo menos no tan frecuentemente como ellas. Cuando nos reunimos, normalmente el "como se ve" de otro hombre no nos interesa a menos que sea algo imposible de no notar como la panza chelera, la gordura o la delgadez, el cabello de "me acabo de levantar", entre otros lo que provoca el irremediable castre hacia esa persona.
- Pero eso no es viborear, es castrar...
Permítame, aún no termino.
- Oh, disculpe, continue...
Bien, la diferencia que usted acaba de mencionar es cierta. Pero le voy a dar un ejemplo de que los hombres también viboreamos.
- Ok.
Imagine que usted y yo estamos en un bar ¿Ok?
- ¿Cuál bar?
- En el que usted quiera, la ubicación no importa solo mantengase en la historia.
- Ok.
- Bien, ahora imagine que estamos tomando unas cervezas y usted voltea hacia un lado y ve una mujer buenísima.
- ¿Qué tan buena?
- Imagínese que se ve igualita que Gemma Atkinson.
- ¡Dios mío! ¿Es ella?
- Pues al parecer sí... ¡Eso no importa déjeme continuar con el ejemplo!
- Ok, ya.
- Ok, lo primero que todo hombre hace es analizar que tan buena está la mujer, pero como es Gemma obviamente está mamacita. El siguiente movimiento es verificar si la presa viene sola o acompañada, en ese momento usted nota que los dedos de su mano están entrelazados con otra mano... y resulta que es de un tipo.
- Supongo que de Cristiano Ronaldo, supe que andaba saliendo con ella...
- Bueno, supongamos que es de él ¿Cuál es el pensamiento normal de un hombre ante otro que es más galán que sí mismo?
- Que el tipo a de ser joto, ya ve que ese aretito mamila que siempre usa...
- ¿Ya ve? Usted ha viboreado.
- No exagere simplemente fue un comentario...
- Lo de las mujeres también son comentarios.
- ... además las mujeres también viborean a las mujeres que son menos atractivas que ellas.
- Pero los hombres también lo hacemos con otros que son menos atractivos que uno mismo.
- ¿Cómo dice?
- Así como lo escucha mi estimado. Modifiquemos el ejemplo. Supongamos que la mano del tipo no es de Cristiano, supongamos que es de... mmm... Ribéry.
- ¡ O_O !
- Debería ver la cara que puso.
- ¿Pues que otra quiere que ponga? ¿Cómo tremendo ángel puede salir con... esa... cosa?
- Ok ok ok ¿Pero bueno que es lo que usted piensa de lo que acaba de ver?
- Solo dos cosas: que el tipo tiene una cantidad obscena de dinero o tiene "un animal"...
- ¡No sea pelado!
- ¿Pues que otra razón puede haber?
- Bueno, como sea ¿Ha notado que usted a viboreado nuevamente?
- No es así.
- Pues así como lo oye, a pesar de que no lo quiera aceptar, usted ha viboreado, a criticado a otro de su mismo género al igual que nuestras contrapartes; primero mencionando que el tipo era joto y segundo que solo con dinero y su "hombría" pudo obtener una mujer así.
- ...
- Ya ve que sí.
- Cómo sea... Oiga, y si Gemma viene sola ¿Cree que me la pueda ligar?
- ¿Tiene una cantidad obscena de dinero?
- Pues algo...
- Entonces olvídelo, no tiene nada que ofrecer.
- Pero mi gran "hombría"...
- Dime de que presumes...
Inspirado en las columnas de Guillermo Piro en ESPNdeportes.com
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