jueves, 7 de abril de 2011

Sucker Punch y un nuevo ritual


El pasado fin de semana por recomendación del buen Johnny Boy, decidí ir a ver Sucker Punch en pantalla IMAX. Por desgracia en ese momento (por fortuna después) no conseguí quien me acompañara a ver la película. Los que invité o ya la habían visto o no podían ir a la hora que me acomodaba (sábado 4:30 pm, en la noche tenía compromiso por lo que tenía que ser temprano). A pesar de ello decidí ir al cine por mi cuenta, quería ver la película.

Llegué al cine con 10 minutos de antelación de que iniciara la función. Por la hora no había mucha gente en la taquilla y la fila de entrada a la sala IMAX no existía por lo que, para disfrutar toda la experiencia cinematográfica, decidí comprarme un combo de palomas, jocho y refresco y… ¡A SU $&%# MADRE! ¿100 VAROS POR UNAS PINCHES PALOMAS? Bueno, no es que lo haga muy seguido así que me lo compraré, lo merezco.


Cabe destacar que me sentí a gusto con mi combo preparándome el jocho y, posteriormente, dirigiéndome a la “fila” sin la preocupación de alcanzar o ver alguien. Era el primero en entrar, ligue con la chava de la entrada a la sala mientras esperaba a que me dejaran pasar (no estaba buena pero pa’ no aburrirse uno), después le di el boleto, entré a la sala y me llegó la primera duda: ¿Dónde chingados me siento? Rara interrogante porque normalmente es ¿Dónde hay lugar… para todos juntos? Apliqué la sencilla: en el mero centro de la sala.

Puse mi charola en el hueco del reposabrazos (porque agarré charola ¿Eh?) me acomodé a mis anchas y esperé a que iniciara la película (o de perdida los trailers) calladito como me enseñaron de chamaco… a punta de chanclazos. En la sala entró poca gente, éramos como 30, no más. Debido al tiempo disponible y las luces encendidas me puse a reconocer como era la sala a la que muchas veces entré pero que realmente no conocía. Conclusión: esta fea.

Estar sentado sin la obligación social de tener que hablar con alguien más mientras ves los trailers y la poca gente que entró a la función es excelsa, me sentía el dueño de la sala, nomas me faltó quitarme los zapatos y que unas féminas de exuberantes curvas me masajearan el cuerpo y me dieran de comer en la boca (apuntando en la lista de “Cosas que hacer antes de morir”).



Empezó la película y me sorprendió; yo pensaba que iba a ser mala, pero no, resultó ser pésima. Yo sabía que no habría una historia o actuaciones interesantes, pero al menos esperaba ver chavas badass muy buenas con personajes y escenas de acción muy llamativas (y más en pantalla IMAX) pero no fue así: las chavas no estaban tan buenas y, dejando de lado los samuráis, el dragón y la escena del tren, realmente no hay nada impresionable en la película.


En sí la película al inicio y al final es como un video musical, el resto es un juego de video (próximamente en XBOX 360, PS3, Wii, N3DS, iPhone, iPad, PSP y torrent favorito). No la vean no se pierden de mucho, mejor esperen a que salga en DVD o Blue Ray. Salí de la sala con la sensación de placer incompleto: película no ayudó.

Voy a aplicar la de ir al cine solo y comprarme mis palomas por lo menos una vez cada 2 o 3 meses pero con películas que valgan la pena para que la sensación sea completamente placentera.

4 comentarios:

fanntine dijo...

Ir al cine solo es chido porque se disfrutan las películas de otra forma y de está película he leído tantas reseñas totalmente encontradas que bueno, le daré su oportunidad

Saul Haro dijo...

Yep, muy fregón lsa sensación.

La película está dirigida para adolescentes calenturientos, viejos raboverdes, personas con ligero retraso mental o bajo influjos de estupefacientes. Véase ébri@.

XD

fanntine dijo...

Jajajaj caray, suena muy mal

Saul Haro dijo...

Naaa, está palomera.