jueves, 3 de febrero de 2011

Ponte a rezar que hay que trabajar

Según una encuesta realizada por el CONACYT y el INEGI poco más del 80% de la población mexicana confía más en la fe que en la ciencia. Ahora, por información provista por una fuente confiable sé que las estadísticas del INEGI están hechas con las patas, por lo que no puedo confiar en que realmente esa cifra sea cierta.


Supondré que está exagerada esta cifra y diré que es el 75%. Aún así un 75% de la población sigue siendo muy exagerado pero a la vez considero que esta cifra tiene algo de verdad. Dejaré las estadísticas de percepción, sobre todo el que dice que los científicos son peligrosos por sus conocimientos (yo sabía que las películas como Megamind o The Incredibles no serían buena influencia)

Ahora, sé que hay una frase muy conocida que dice la fe mueve montañas y no me mal interpreten, considero que para que muchas se hagan requiere tener fe en ellas pero, sobre todo, trabajar en ellas. Cuando tienes fe en algo considero que se tiene la mitad del camino recorrido, la otra mitad es trabajar sobre ello.

El hecho de tener fe no te garantiza nada, la fe no resuelve los problemas por sí solos, el trabajo es lo que lo hace. El mexicano promedio, a pesar de que muchos se ofendan, es perezoso y comodino.

Si no me creen vean otra cifra en esas estadísticas: 83% no confía en la ciencia pero 77% cree que debe de haber más personas en el área de investigación. Es decir, sí creo que debe haber científicos pero no cuenten conmigo para ello, es decir, que otro se esfuerce. Es más fácil encomendarle a otro una actividad que hacerla uno mismo.

Por eso la gente prefiere ir con un brujo para que le haga una limpia, o compra una velita para que atraiga el amor o a una iglesia a ponerle una vela san Juditas Tadeo para que le conceda un milagrito, pase un examen, le consiga trabajo, le consiga pareja o cure una enfermedad.
No señoras y señores, la fe por sí sola no cura ni logra nada. La fe, como lo he dicho antes, es una inspiración y esa inspiración debe encaminar a una acción.


Una persona no se cura por tener fe en que se curará de alguna enfermedad, se cura porque tiene fe en que podrá cumplir con el tratamiento y eso lo llevará a la cura; un estudiante no pasará un examen por fe, pasará porque tiene fe de que si se concentra en estudiar pasará o una persona no encontrará trabajo por fe, la fe hará que busque por todos lados y que a pesar de que le cierren puertas seguirá buscando hasta que encuentre.

La fe, a pesar de lo que les digan en sus templos, sus sacerdotes, sus libros sagrados, sus familiares o amigos, NO lo es todo, la acción lo es. Unos tienen confianza en sí mismos, otros tienen fe.

Tener fe no es malo, al contrario, es bueno, pero la fe sin acción es tan útil como un diamante en una isla desierta.

Fuente: El Universal

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