jueves, 27 de enero de 2011

Caso Kalimba y porqué no me importa


Ok, hoy en la mañana me dijeron que Kalimba salió libre de la acusación de violación de un menor. La neta no sé casi nada de ese caso, tengo opinión pero no fundamentada así que es me lo guardaré para mí.

Hace unos días fui a cortarme el cabello con el peluquero de siempre. Después del saludo, las preguntas y cortesías de rigor (Hola, ¿Cómo le ha ido?, Gusto de verle de nuevo; respectivamente), nos pusimos al tanto de lo sucedido cada quien con su existencia.

Tengo que aclarar que no tengo amistad alguna con esa persona pero hay que mantener un nivel de cordialidad ya que tiene unas tijeras en la mano y estas a su merced. Obviamente no ahondamos en temas personales porque no son de nuestra incumbencia por lo que el tiempo de conversación se redujo a 5 minutos.

La plática terminó y yo esperaba a que terminara de cortarme el cabello. Para romper el hielo con el cliente, soltó la pregunta “¿Y tú qué piensas del caso Kalimba?

Mi primera reacción mental fue de un “¡No mames! ¿Cómo me preguntas de esas cosas?” pero traté de mantener la cordialidad a lo que di mi opinión no razonada. De hecho mi cerebro estuvo apagado mientras platicábamos al respecto, si me preguntan que dije y que dijo puedo prometerles, bajo detector de mentiras, que no recuerdo nada de esa plática.

Después de que terminó, pagué, nos despedimos y cada quien siguió con su vida… pero me di cuenta de algo.

Cuando uno está muy ocupado y viviendo su vida te vale madre lo que le pase a otra gente que ni te perjudica ni te beneficia. Por lo que solo puedo decir una cosa para todos los que se desviven de hablar de ese caso:

¡Busquen algo que hacer! ¡Ocúpense de algo de provecho! Esa energía y tiempo que ocupan para informarse de la vida privada de otras personas úsenla para su propio beneficio. Consíganse una vida por amor de [coloque aquí el nombre de la entidad religiosa de su preferencia]

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